La existencia de desigualdades en el mercado de trabajo afecta a la integración sociolaboral de las mujeres. Esto se produce con mayor incidencia entre las víctimas de violencia de género, que presentan especiales dificultades para acceder a un empleo debido a circunstancias derivadas de la situación de violencia sufrida, como el aislamiento del mundo laboral y social, el deterioro de la autoestima, la necesidad de hacerse cargo en exclusiva de familiares dependientes, o el traslado de su residencia habitual a una localidad distinta en aras de su protección personal, lo que a menudo implica la búsqueda de un nuevo puesto de trabajo.
Para abordar esta situación, la Comunidad Europea ha desarrollado diferentes planes, informes y normativas, como la Estrategia para la Igualdad entre Mujeres y Hombres 2010-2015, el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica, y el Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades 2014-2016. Asimismo, el Programa Operativo 2014-2020 cofinanciado por el Fondo Social Europeo ha puesto en marcha diversas líneas de actuación para mejorar la empleabilidad de las mujeres y fomentar la igualdad y la perspectiva de género en las empresas.
En España, la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género; y el Real Decreto 1917/2008, de 21 de noviembre, comprenden iniciativas dirigidas a las víctimas inscritas en los servicios públicos de empleo. El objetivo es favorecer su integración sociolaboral, lo que a su vez les proporcionará una independencia económica y personal que les permitirá romper el vínculo con su agresor.
Desde su compromiso social con las personas desfavorecidas, el Programa de Inserción Sociolaboral de Azarbe promueve numerosas actuaciones y medidas encaminadas a la erradicación de las desigualdades por razón de género y contra la violencia de género, en línea con las directrices marcadas desde las distintas instituciones públicas y entidades privadas que trabajan en este ámbito. Entre estas medidas se encuentran las siguientes:
- Información y formación del equipo de profesionales del programa en materia de igualdad y violencia de género, para mejorar la atención especializada e integral.
- Creación de un servicio de recopilación de documentación relativa a la mujer.
- Establecimiento de relaciones de información y coordinación con otras organizaciones, instituciones y/o entidades.
- Utilización de lenguaje no sexista y fomento de su uso por parte de las personas usuarias del programa.
- Inclusión de la perspectiva de género a la hora de planificar las actuaciones a realizar en los Itinerarios de Inserción.
- Información específica a las mujeres atendidas sobre sus derechos laborales y los recursos y ayudas para el fomento del empleo, ya sea por cuenta ajena o mediante el autoempleo, para la mejora de su empleabilidad.
- Detección de casos de usuarias que puedan estar siendo víctimas de violencia de género, iniciando un proceso de acogimiento, información y derivación a recursos especializados.
- Difusión de publicidad, cartelería, guías y folletos sobre el derecho a la igualdad de oportunidades y en contra de la violencia de género para visibilizar estos problemas y sensibilizar a las personas usuarias de Azarbe.
- Difusión empresarial desde la perspectiva de género.